Muy al estilo de la película de Queen, ahora tenemos la oportunidad de poder estar «inmersos» en la vida de Elton John. Producida por él mismo, Rocketman es como todo lo que él hace; una obra maestra.

Para los que vivimos su música conforme fue saliendo, este viaje por los motivos y orígenes de cada una de sus canciones es como una peregrinación a nuestros propios orígenes. Contemplar las motivaciones profundas de otros, derivadas de temas familiares, amigos y de la vocación en el trabajo nos hace meditar sobre nuestros  propias  tormentas internas y demonios. Mismas que puedan seguir rondando en  nuestros  corazones, en nuestras mentes y en nuestra almas.

Algunas escenas, algunas canciones y algunos puntos perros ( aquellos que nos despiertan sentimientos atrapados ) nos hacen vivir la película y sentirla como pocas  veces lo hemos sentido. La música nos remueve de manera bestial nuestros  sentimientos y las coreografías y escenarios son magistrales. Elton nos sigue regalando una obra maestra compuesta de varias de sus obras magistrales. ¿ Será que nuestra obra maestra de vida se compone de múltiples logros diarios ?

Elton nos invita a matar al yo que nació para que pueda renacer el yo que queremos que viva. Ese nuevo yo que puede llegar tan alto y tan lejos como lo determinemos.

En sus canciones están encerradas frases y sentimientos de esa alma que lo único que quería era ser amada total, completa y profundamente. Vamos viviendo sus diferentes etapas y el cómo logró triunfar en su lucha por atreverse, decidirse y amarse tal y como era. ¿ Será que cambiarían nuestras vidas al lograrlo ?

Elton luchó con toda sus fuerzas para no vivir resentido por cosas que no tenían finalmente importancia. Muchas de ellas, lo llevaron a sumergirse intensamente en el alcohol, las drogas y todo lo que le permitiera dejar de sufrir por lo que sus personas más cercanas no le podían dar. O por lo que él no decidía ser y dejar de ser.

En ese camino, se aterrorizó en pensar que  no lograría seguir triunfando sin las drogas y el alcohol. Como si estas fuesen parte de su éxito. Como si sus talentos no fuesen suficientemente grandes. Como si dudara de sus increíbles talentos y dones.

Tocó fondo y además de seguir siendo el genio musical que es, logro encontrar el amor y finalmente amarse a él mismo tal y como es. Convertirse en lo que sus sueños más increíbles lo llevaron a crear. Vemos claramente como el papel de los familiares y amigos siempre es y será fundamental en nuestro éxito, en nuestra supervivencia.

Una joya de película en todos los sentidos. Espero que les guste y que la disfruten. Que su «Rocketman interno» se encienda. De una buena vez.

Buen dia,

Jorge Ocaranza Freyria