Este último día del año, no puedo más que agradecer por tantas bendiciones que hemos recibido este año.

Bendiciones personales de todo tipo. Mi salud está bien y después de un gran susto de temas físicos, he finalmente empezado a cuidar en serio mi alimentación y tantos focos naranjas de un último análisis anual se irán convirtiendo en amarillos. Supongo que la gran bendición fue tomar el control de mi salud.

Bendiciones en la familia. Ha sido un gran año para con mi familia. Hubo viajes, temas de salud que superamos y me parece que mucho más tiempo de calidad dedicado. Más enfoque en la familia. La bendición ha sido tener más enfoque en lo que es realmente más importante; mi familia.

Bendiciones en el trabajo. Ha sido un gran año de retos, de redefiniciones y de grandes aportaciones de colaboradores y hacia ellos. Muchos proyectos positivos y generadores de bienestar a externos y sobre todo a internos. La gran bendición ha sido el concentrarnos en lo esencial en el trabajo. En lo realmente clave e importante.

Muchas bendiciones las va generando uno con la decisión de hacer finalmente las cosas bien. De finalmente cuidarse y apapacharse uno mismo. De finalmente hacer las cosas bien en el trabajo. De atender y cuidar a los nuestros como debemos hacerlo.

Sin embargo, creo firmemente que todo nos ha sido dado con mucho amor y cariño desde Su mano y  todo con propósitos y objetivos muy claros y definidos.

Me he dado cuenta que existen y surgen también muchas Bendiciones de las que ni siquiera me doy cuenta. Bendiciones Ocultas que van surgiendo sin merecerlo y sin haberlo planeado o siquiera imaginado.

Bendiciones que son regalo de El para mi, para los míos y para los demás. Bendiciones por cosas que he hecho. Pero muchas más porque simplemente son un regalo de amor de El. Muchas usándome a mi. Muchas más usando a otros.

Gracias Dios mío por este año. Gracias Dios mío por tanta y tanta bendición.  Gracias por poder sentirte cerca y saber que caminando de tu mano todo va a estar bien.

Se les quiere y agradece por haber caminado juntos a través de estas meditaciones durante un año más.

Que Dios nos siga llenando de bendiciones.

Jorge Ocaranza