José Luis Rosette tendría casi unos 60 años cuando empezó a trabajar con nosotros.  Era el ayudante del ayudante del ayudante. Desde que barría el estacionamiento nos dimos cuenta de que había algo diferente y especial en él.

Era sencillo, amable y terriblemente dispuesto. Su actitud positiva y de servicio logró ganarse poco a poco los corazones de muchos en la oficina. También fuera de ella.

Cualquier cosa que le pedíamos la hacía con ganas y con muy buena disposición. “Lo que usted quiera y cuando usted lo necesite” era una de sus frases preferidas.

En los partidos de basketball y en los duatlones anuales de la compañía era entusiasta y de los ganadores. Ganó el empleado del año los últimos años lo cual le permitió llevar a su familia a la playa. Conocer el mar fue para ellos uno de los mejores momentos de sus vidas.

Hace 6 meses, José Luis empezó con dolores en la parte baja de su vientre. Pensaba que se trataba de una hernia que le volvía a dar lata. El doctor pedía unos análisis y aunque en un principio todo salía bien; finalmente se le diagnosticó cáncer de páncreas.

Lo terrible es que el cáncer se había desarrollado silenciosa y muy agresivamente. Se detectó ya demasiado tarde. Las quimioterapias lo han maltratado fuertemente.  Ha perdido hasta el pelo de las pestañas. No tiene sensibilidad en manos y pies. Lo peor son los dolores en el vientre.

Increíblemente José Luis sigue con la misma actitud de siempre. Quiere regresar a trabajar. Le gustaría poder volver a jugar basketball y atender a sus compañeros de trabajo. Tiene una fe tan bien puesta que vive tranquilo sabiendo que cuando Su Padre lo decida va a llamarlo. Mientras tanto le está echando todas las ganas al asunto.

Hace unas semanas tuvo unos momentos muy difíciles. Ha decidido ya no seguir con las quimios. Ahora un tratamiento nuevo le ha permitido poder estar de pie por momentos.

Ayer logró ir a la oficina y le festejamos su cumpleaños por adelantado. Se le extraña y se le quiere bien. Tuvimos la gran oportunidad de decírselo en vida. De reconocerlo. De apapacharlo. De quererlo.

El ayudante del ayudante del ayudante se ha robado por completo nuestros corazones. Vemos que se nos va y que se nos adelanta.

¿ Porque es él quien se va antes y no nosotros ?

¿ Como puede tener esa actitud tan humana y maravillosa aún en estas situaciones ?

¿ Porque la vida nos pone con gente así ?

¿ Que grandes lecciones nos quiere dar ?

Jose Luis se apena porque “me quita” el tiempo. Me dice que “una persona importante como yo” tiene mucho que hacer.  Pienso que la verdadera gran persona es él. Nos pone la muestra sobre lo que verdaderamente es importante en esta vida.

Mis respetos. Mi admiración. Todo mi cariño para José Luis.

Saludos,

JOF