Mi flamante consuegra Piti, me hizo favor de compartir unas líneas de Thich Nhat Hanh, un filósofo y monje budista vietnamita sobre como disfrutar de una buena taza de té.

Todo el chiste es estar concentrados en el presente. Solo estando conscientes en el presente es que podemos sentir lo caliente del té en las manos y en la boca. Solo estando presentes es que podemos apreciar los diferentes aromas. Solo controlando a nuestra mente y estando ahí, es que saborearemos por completo sus diferentes sabores. Si estamos preocupados o crónicamente obsesionados por el pasado o por el futuro, no lograremos disfrutar a plenitud de la taza de té. De repente miraremos el fondo de la taza y su contenido habrá desaparecido.

Lo mismo nos puede ocurrir con nuestras vidas. Si vivimos pensando y lamentando el pasado y preocupados por el futuro, no lograremos disfrutar del calorcito, de los aromas y de los sabores que la vida nos presenta. De repente sentiremos, veremos y lograremos que la vida se nos haya terminado a toda velocidad.

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Nuestra energía la malgastamos lastimosamente en lamentarnos por el pasado. Sirve si acaso para aprender de él. También la derrochamos al preocuparnos por el futuro. Sin duda que ayuda el  hacer planes, pero preocuparse no sirve de nada. Cuando dejemos de pensar en el pasado y en el futuro, viviremos el momento; estaremos en el presente. Disfrutaremos de la “taza de té” del momento y empezaremos a experimentar plenamente los olores, sabores y alegrías que la vida nos va regalando en cada momento.

Que no se nos sigan escapando todos esos momentos mágicos.

No permitamos que nuestra mente nos tenga y mantenga en momentos diferentes al presente.

Nuestra mente puede, si la dejamos, hacer que «la taza de nuestra vida» de repente se haya acabado sin darnos cuenta.

Que disfrutes, mi querido Oca, mucho mas de todas las tazas que la vida te regala y prepara día a día.

Buena semana.

Jorge Ocaranza Freyria