Después de 30 años de estar abiertos ininterrumpidamente en Pacífica, hemos tenido que cerrar la operación. Hemos pasado durante todos estos años por múltiples crisis. Terremotos, huracanes, partidos políticos, inseguridad, diversos virus y temas de salud también delicados. Pero no habíamos tenido que cerrar las puertas a los clientes. Nunca habíamos tenido que ver con incredulidad y asombro como cientos de colaboradores no podíamos seguir atendiendo a los clientes y huéspedes.
Existe un silencio ensordecedor. No hay lanchas, jet skis ni paracaídas dando vueltas con turistas. La playa esta desierta. No hay camastros, meseros ni clientes. No hay masajes, trencitas, ni vendedores ambulantes. No se escucha la voz de nadie. No hay camaristas, mozos ni gente en las tiendas y en recepción. El boulevard esta desierto. No hay taxis, promotores ni motores funcionando. El silencio es grande.
El mar esta hermoso. La playa es un paraíso. Las gaviotas siguen volando y buscando su alimento como todos los días.
Por supuesto que cada crisis trae oportunidades muy grandes. Nos hace reinventarnos y durante el parto nos obliga a un nacimiento renovado. Nos hace desechar lo que no funcionaba ya, lo obsoleto, lo que no nos dejaba ser mejores. En este silencio, el parto se va gestando. Los dolores del mismo se comienzan a sentir. Los pujidos comienzan. La angustia y la preocupación de los partos anteriores nos recuerdan que habrá molestia y dolor. Solo la Fé y la Esperanza nos mantienen en pie de guerra. Guerra contra nuestra mente. Guerra contra la inactividad.
El Coronavirus pasará.
Nuestros líderes pasarán.
Nosotros permaneceremos.
El Universo se confabula para que cada uno viva sus crisis, sufra y se re-invente. Toda la idea es que “demos a luz” a alguién mucho mejor que él que vivía en nosotros. Alguien más amoroso, mas servicial, mas enfocado en las cosas importantes y no en las digamos banales. Alguién que es capaz de ver hacia fuera y no solo hacia adentro. Alguién que no sólo sume sino que multiplique y no que divida y detenga. Alguién que inspire y no que inmovilice y desmotive. Alguién qué invente y cree la luz al final del túnel.
Estemos enfocados en el producto que saldrá de esta crisis. El producto es un YO MEJOR, MUCHO MEJOR. Un Yo Mejor crea Familias Mejores. Familias Mejores crean Comunidades Mejores y Países Mejores. Pero empieza en Mí, no en el de hasta arriba. Encárgate de ti y de los tuyos. Empieza con los que la vida te ha encargado. Con eso tenemos.
¡Vamos equipo!
¡Cambiemos Nuestro Mundo!
Buena Nueva Vida,
Jorge Ocaranza Freyria
Rubén Carranza Rubio
Sólo un hombre queda un Líder Real – por los Dinesxrecibidos decDioos y y por ser un verdadero EMPRESARIO puede escribir un mensaje en plena crisis, donde alienta, convencido, a RENLVARNOS.
Me gustaMe gusta
Anónimo
Wow Oca que impresión
Te mando un abrazote y aquí ando para lo que se ofrezca
Me gustaMe gusta