¿Si alguién te preguntara que cuanto estarías dispuesto a cobrar por estar en la lluvia helada llenando sacos de arena durante unas 5 horas, que le contestarías? Así de botepronto y sin información adicional, yo contestaría que me tendrían que pagar bastante. No es agradable estarse mojando y haciendo además un trabajo físico fuerte. ¿Pero que pasaría si te dijeran que la casa de tus padres, o de tu hermano esta a punto de deslavarse por las lluvias y que se tienen que poner una gran cantidad de costales para salvarla? Entonces trabajaríamos ahí el tiempo que fuese necesario y por supuesto que no pensaríamos siquiera en cobrar algo.

Ayer vi la película de 1917 y me encantó. Cuando le pregunté a una conocida que si le había gustado y que si me la recomendaba, me contestó  «pues siii, que se trataba … de soldaditos.» No estaba muy convencida. Nada mas alejado de MI realidad. Me pareció sensacional y con una fotografía digna de ganarse un Oscar.

En la trama, uno de los protagonistas se ve envuelto en una misión que al principio no le importaba y que prefería a cualquier costo no hacerla. Con los acontecimientos que van sucediendo, se alinea con el propósito como nadie de la misión y arriesgando su vida y sin perder ni un segundo; logra cumplir con ella, sin importarle nada mas.

Qué importante es que estemos alineados con el propósito o misión de nuestras vidas. Por supuesto que lo primero es tener ese propósito y esa misión. Que fundamental el que estemos alineados en los propósitos y misiones de nuestros grupos de vida. El grupo familiar. El grupo de amigos. El grupo en el trabajo. El grupo de la compañía.

Lo que ocurre con mucha regularidad son varias cosas. Primero, que el  propósito, o misión de los grupos no esta bien definida. Como el líder no la ha puesto completamente clara y motivadora, cada quien pone o impone su versión. Segundo, que los participantes no comulguen con el propósito o misión. A veces porque no va con sus principios. Otras porque no se han involucrado a fondo con la misión. En la película, el protagonista, con el tiempo y los acontecimientos se alinea, compromete y «se funde» en el objetivo final.

Cuando este propósito o misión es superior a nosotros en el sentido de que podemos afectar y mejorar las vidas de los demás, entonces podemos lograr resultados excepcionales. Nuestro negocio finalmente está en la gente. Está en que logremos mejorar las vidas de las gentes. El CEO de Starbucks decía que ellos no están en el  negocio del café sirviendo a personas, sino que están en el negocio de personas sirviéndoles café. Que diferente perspectiva. Todo cambia.

Si logramos definir claramente una misión o propósito en donde nuestro trabajo impacte positivamente a las personas y logremos alinearnos y alinear a nuestros colaboradores, entonces lograremos cosas EXTRAORDINARIAS.

¿Tienes definido claramente lo que haces y quieres hacer?

¿Estás dispuesto a «llenar sacos de arena bajo una lluvia helada» por ese propósito?

¿Has logrado alinear a tu gente con esta misión o propósito?

¿Están dispuestos a “llenar sacos de arena bajo una lluvia helada» el tiempo que haga falta?

¿Dedicar su tiempo, su vida y demás a perseguir este famoso propósito o misión?

Piénsalo.

Te mando un fuerte abrazo.

Jorge Ocaranza Freyria