El Mago Mayor estaba haciendo lo que más le gustaba en la vida.  Crear a sus Magos nuevos y destinarlos a sus propósitos individuales.

A los Magos nuevos se les encomendaban tareas y misiones específicas. Lo más importante es que los nuevos Magos son  dotados y equipados con la magia necesaria para realizar sus encomiendas.

Yolanda era una Maga nueva y como todas era una consentida del Mago Mayor. Le había encomendado una tarea muy importante para el Mago Mayor. La había dotado con un potencial de magia mayor. Muy importante por cierto.

Había sido tan bien creada que El Mago Maligno se ensañó con ella desde siempre. Nació en un hogar con padres sin muchos recursos emocionales y económicos. Se casó con alguien con muchas limitaciones. Se quedó sin casi nada económico y sus familiares queridos casi la abandonan. Lo más importante es que ayudó a que no sacara su magia a relucir.

Sufrió mucho. Lloro mucho y realmente pensó en que el Mago Mayor la había abandonado.

Sin embargo, El Mago Mayor siempre ha estado con ella. En cada momento de su vida. En los momentos buenos y en los momentos malos y muy malos.

El sabe que esto ha ocurrido por voluntad de varios y El lo ha permitido. Uno de sus principios rectores es darle libertad a sus Magos.

Lo que es un hecho es que Yolanda – y muchos Magos más – saldrán fortalecidos por todo lo que han tenido que pasar.

Cuando los Magos utilizan la magia que les fue prestada y otorgada por el Mago Mayor, su existencia cobra sentido y la participación de Mago Maligno en sus vidas puede disminuir mucho y hasta desaparecer.

La magia aparece, hace milagros para con la vida de otros y se genera un círculo de amor o magia que hace que los Magos cumplan con sus propósitos. La felicidad llega a sus vidas.

La vida de Yolanda empezó a cambiar cuando su magia empezó a ser utilizada. Su amor propio empezó a regresar. Le dio la bienvenida de nuevo.  La felicidad en su vida regresó.

Yolanda por primera vez se sintió viva y realizada. Sabia que apenas empezaba a salir y que el Mago Maligno estaría pendiente de volver a llevarla a la obscuridad, a la tristeza y demás.

Entendió que utilizar su magia era clave.

Recordó que el Mago Mayor ha estado con ella siempre.

Comprendió que el Maligno estaría pendiente de darle lata.

¿Que tan consciente estás de tu magia?

¿Que tanto la utilizas?

¿Eres un Mago feliz y productivo?

¿Tu magia cambia tu vida y la de otros?

¿Ha metido mucho sus manos El Mago Maligno en tu vida?

¿Eres consentido del  Mago Mayor?

Muchos Saludos,

JOF