Sin tener conciencia, utilizamos con frecuencia lenguaje negativo que no nos ayuda en nuestra vida diaria. Al utilizar lenguaje negativo logramos NO hacer lo que quisiéramos hacer. Para que sucedan las cosas primero tenemos que decidir hacerlas. Muchas veces nuestras palabras predestinan nuestros actos y pueden afectar nuestras decisiones.

Hagamos un ejercicio. Te pido que leas el siguiente párrafo y te detengas cuando termine y hagas el ejercicio que te propongo.  Luego continúa con el ejercicio dos y con el tres.

Ejercicio uno

Cierra los ojos y te pido que pienses en que estás parado frente a una pared de ladrillos de unos 3 metros de alto. Te pido que con las manos sientas la pared y trates de tirar la pared. Trata de tirarla.

Ejercicio dos

Después de haber hecho el ejercicio anterior, te pido que abras los ojos  👀, respires, te muevas un poco y sintiéndote fuerte cierres de nuevo los ojos. Ahora te voy a pedir que pongas las manos en la misma pared de ladrillos de 3 metros de alto y empujando la tires. Haz lo que tengas que hacer para tirarla.

Ejercicio tres

Antes de hacer el tercer ejercicio, te pido que abras los ojos, respires, te muevas un poco y que cierres de nuevo los ojos frente a la misma pared de ladrillos de tres metros de alto. Ahora te voy a pedir que te pares frente a ella y no hagas nada.

Como te fue en los ejercicios? En el primero como te sentiste?. Solo trataste de tirarla y en principio no la tiraste. Hay algunas gentes que no tienen “tratar” en su vocabulario y de entrada la tiraron. Pero si eres como casi todo mundo, no la tiraste.

Gastaste energía en tratar de tirarla pero no lo hiciste.

En el segundo ejercicio si seres como casi todo el mundo, lograste tirar sin problema la pared. Lo hiciste?

En el tercer intento sólo te paraste frente a la pared y no la tiraste. Hay un porcentaje pequeño de gente que aunque les pedimos que no tiraran la pared, lo hicieron. Son los contreras recalcitrantes y son gente que no sigue reglas; tienen muchos problemas para lograr cumplir con metas.

Fíjate cómo en los tres casos la diferencia fue una sola palabra. Trata, tírala y no la tires. Y en las tres los resultados y el resultado de la energía que empleamos fueron diferentes.

Lo que digamos será lo que terminemos haciendo así que habrá que tener mucho cuidado con lo que decimos.

La frase VOY A TRATAR debe salir de nuestro vocabulario.

No puedo,

No quiero,

Se me dificulta, 

Soy malo para esto,

Nunca he podido o

Está muy difícil

Son frases ( entre muchas )que no nos permitirán hacer lo que queremos hacer.

¿Si nuestras palabras definirán nuestras acciones; deberemos cuidar lo que decimos?

Nuestras palabras definirán nuestro futuro. ¿Que tanta atención deberemos prestar ante ellas?

¿Deberemos retroalimentar a los nuestros con el uso de sus palabras?

Que tanto cuidado debemos tener cuando  estamos en el canal de “espero poder” o «voy a tratar».

NO TRATES; HAZLO.

Buena Semana,

JOF