Hiram Saldívar estaba muy inquieto. A sus siete años estaba recluido en una “burbuja estéril” en el HITO, (Hospital Infantil Teletón de Oncología). Le habían practicado hace unas 4 semanas un transplante de médula y las doctoras estaban muy contentas con su evolución. Hiram sabía que Dios lo había bendecido con estar en el HITO y que sus probabilidades de que todo saliera bien eran las mejores.
Hiram rezaba mucho y pedía mucho. Por sus papás que los veía tan preocupados, por sus amigos del hospital que había conocido en «las quimios» o en las radiaciones y hasta por su perrita Lola. Por alguna extraña razón que los demás no entendían, Hiram se la pasaba agradeciendo todo el tiempo tantas bendiciones en su vida. Lo estaban preparando para su primera comunión, pero durante las últimas dos semanas todo el equipo de voluntarias del hospital habían estado como locas.

Era el evento de recaudación de fondos y como siempre, estaban organizando todo. Los patrocinadores de lugar, comida, bebida, entretenimiento y demás eran coordinados. Recogían la obra que los artistas donaban para el evento. Arreglaban mil y un detalles más.
Ayer había sido el evento y las emociones florecían por todos lados. Hiram percibía desde su burbuja un poco de todo esto. Que todo saliera bien, que el evento funcionara, que la gente asistiera y que por supuesto donaran, fueran o no el evento. Él rezó mucho esos días. Trajo a la Virgen, a Dios y a un par de santos por ahí muy ocupados. “Les pido que se vendan muchos boletos, que los patrocinadores sean generosos, que el equipo del HITO se comunique bien”…

Parecía que Hiram andaba queriendo controlar todo desde su pequeño y aislado mundo. Hasta que por ahí de las 8:30 de la noche del día de ayer, el cielo decidió descargar precisamente a esa hora toda el agua justamente cuando una larga fila de coches esperaban entrar en el evento.
Hiram se recriminó fuertemente. «¡Cómo es posible que no haya pedido que no lloviera! Cualquiera con tres pelos de listo le hubiera pedido al Santito ese, que cuidara el evento y que no lloviera¡» Así que ahí paradito, con su espalda doliéndole y sus dolores habituales, Hiram dejaba salir un par de lagrimitas por sus queridas organizadoras… Deseó y ofreció mucho por que todo saliera lo mejor posible y que Diosito las cuidara mucho.
En el evento, todo era un desastre. Algunos habían dejado sus coches sin llaves en la entrada del evento en medio del terrible aguacero, creando un tapón eficiente y peligroso. Una larguísima fila de coches no podía entrar ni tampoco salir. El nivel del agua en el evento subía peligrosamente y las organizadoras entraban en shock incrédulo anafiláctico intenso…
Cuando todo parecía que iba a colapsar, Hiram, sentado en el suelo, pidió con toda su pequeña y grandísima fe: “Tú sabes todo, te lo encargo todo” y curiosamente dejó ir todas sus preocupaciones y sintió una gran paz.
En el evento la soprano contratada comenzó a cantar, la lluvia cesó notablemente de intensidad, el nudo de coches se liberó, la gente terminó de entrar y el evento comenzó. El lugar estaba cariñosa y elegantemente decorado, los invitados venían con el corazón dispuesto y los patrocinadores se pulían cada uno en su tema.
El evento fue un éxito. La gente finalmente la pasó bien, cooperaron mejor y se reunió una buena cantidad de fondos para «las quimios». Algunos dijeron que se debió al retraso en comenzar y que entonces la gente bebió más alcohol, otros dijeron que el éxito se debió al nuevo subastador y a la obra, otros más dijeron que la organización y el lugar habían sido la clave. Otros aseguraron que los amigos y conocidos de Jorge Oca habían aportado y transferido cantidades increíbles y habían hecho una notable diferencia…
Hiram sonreía este jueves temprano en su camita, porque él sabía cual había sido la clave…
Gracias a todos por su generosidad y granito de arena; Hiram, Santiago Nava, Renata del Castillo, Kemish Ulises, Luis Fernando de Jesús, Javier Cárdenas, Luis Alejandro Martínez y Alonso Hernandez, junto con muchos más se los agradecen de corazón.


“Déjate usar y confía en Él”.
Abrazo equipo
Jorge Oca
Leticia
Bien dicen que la fé, mueve montanas. Dios los bendiga a todos..
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