
El otro día me presentaron una palabra nueva sobre un concepto que para mí es apasionante. La palabra es OMOTENASHI. Es una palabra japonesa que significa algo así como “oportunidad única en la vida”. Los japoneses proponen que ante un cliente, un huésped, un turista, tenemos una oportunidad única para lograr que su experiencia sea, no solo satisfactoria sino luminosa e inolvidable. Los japoneses se han logrado enfocar en la amabilidad y cortesía específicamente en hoteles, restaurantes y tiendas.

En México tenemos otra arma secreta en este mismo sentido: la calidez. En nuestra compañía y en algunas mas, esta combinación de calidez, de amabilidad y de cortesía logran generar una experiencia única en los clientes. Esto genera una diferencia notable contra otras compañías y sus servicios. Los clientes desarrollan una fidelidad importante y a veces hasta se vuelven “adictos” a la experiencia. Logran perdonar pequeñas fallas en ciertas partes del servicio, siempre y cuando sean tratados con OMOTENASHI.
Tenemos una ventaja competitiva real y notable ante otros países y culturas que se dedican también al servicio en este nuestro querido planeta. El servicio en general en países en donde ya otorgan el servicio con la propina incluida es a veces patético. En Italia, España, Francia, Inglaterra y demás… la sonrisa, la atención cálida, el servicio amable y cortés NO está asegurado siempre – por ponerlo de manera política -. A veces recibes un servicio francamente grosero y hasta puedes tener que levantar la voz.
Por eso insisto en que tenemos una grandísima ventaja si sacamos esa parte «OMOTENÁSHICA» que por ahí tenemos los mexicanos. En Pacífica, orgullosamente hemos avanzado en este sentido y los frutos se ven todos los días. Nuestros clientes regresan, quieren estar, consumir más con nosotros y por supuesto nos recomiendan.

¿El OMOTENASHI se aplica también en nuestras personas? Yo digo que es de lo más importante que pueda existir. Que tengamos la conciencia de tratarnos a nosotros mismos con calidez, amabilidad y cortesía. Antes de esperar que los demás nos traten así, debemos conscientemente SER Y TRATARNOS como los mejores clientes que podamos tener en el día, en la semana y en la vida.

Si logramos formar una Cadena de OMOTENASHI a partir de nosotros mismos y seguimos hasta nuestros clientes finales, podremos asegurar una vida llena de abundancia en muchos sentidos…
Partamos de nosotros mismos, sigamos este concepto o filosofía con la gente que trabaja con nosotros, con los que viven con nosotros, con nuestros familiares y prójimos.
Hacerlo porque así somos, porque nos conviene, porque estamos convencidos, o por lo que tú quieras. Espero que esta nueva palabra – de una no tan nueva filosofía de vida – te sirva.
¡Buena semana equipo!
Jorge Oca