Estaba el fin de semana jugando golf con unos amigos disfrutando de un muy agradable momento de convivencia y descanso. Llegamos a un Par 3, que no es otra cosa que un hoyo que es corto y al cual puedes aproximarte de un solo golpe.
«¿ Les parece que apostemos 50 pesos al que quede más cerca ?» – les propuse – . Por supuesto que los otros tres se sumaron contentos y animados al reto. Además de que el ganador se llevaría $ 150 pesos – 50 de los otros tres – , ganaría y ese ego que tanto necesitamos alimentar los hombres se vería inflado y nos permitiría darle lata a los perdedores.
Así que concentrándome de más en el tiro, fui el primero en tirar. El dios del golf se confabuló conmigo y salió un tiro recto, alto y precioso. ¡ Bastante cerca de la bandera ! Un torrente de adrenalina, gusto y emoción me invadió y procedí a ejecutar un baile de «ya me los chin…»
El segundo en tirar fue mi querido Chukey. Debo admitir que era el rival mas fuerte para ganar el hoyo, así que secretamente invocaba yo al diablo panzón para que lo siscara. Un buen tiro salió y casi desde el principio se vio que iba a quedar su bola más lejos que la mía. ¡ Oh gran felicidad, el premio iba a ser mío !
Luego tiró nuestro anfitrión y su bola no llegó al green, así que solo faltaba que tirara nuestro amigo » Manguerita » para terminar y ganar la apuesta. El querido Cesare, tiró su bola y aunque cayó en el green, terminó claramente muy lejos de la bandera. Saltaba yo de gusto y ya comenzaba a darle lata a los demás. Hasta que llegamos a estar cerca de la bandera y vimos con claridad que la bola del perro del Chukey estaba más cerca que la mía. ¡ Oh gran decepción !. Es increíble cómo desde la perspectiva de la salida, la mas cercana era la mía. No era así, claramente la mas cercana era la otra.
Chuckey sonreía y estaba feliz de haber ganado la apuesta. Sin embargo, el buen Manguerita dijo, » No sé ustedes, pero desde mi bola, pareciera que la mas cercana es la mía. Así que procedimos a medir las distancias e increíble pero claramente, la que había quedado más cerca de la bandera era la suya.
Había ganado. La perspectiva de cómo habíamos visto las tres bolas era completamente diferente a la realidad. La que parecía desde lejos la más cercana era la más lejana y la que parecía que se había pasado era la mas cercana y la ganadora.
¡ Qué buena lección. Cuantas veces desde nuestro punto de vista ( que muchas veces es limitado, corto, condicionado y sesgado ) se ven » claramente » las cosas de una manera, cuando la verdad, vistas desde otro punto de vista son claramente de otra manera. Y muchas veces al verlo desde el otro punto de vista ( y a veces midiéndolo ) lo que era totalmente cierto ya no lo es.
¿ Qué tanto afecta y te ha afectado tu perspectiva acerca de diversos puntos en general en tu vida ?
¿ Qué tanto afecta el que no veas las cosas desde el o los otros puntos de vista ?
¿ Normalmente qué tan dueño de la verdad y de » la perspectiva que vale» eres ?
¿ Qué tanto se mete el ego, el miedo y la soberbia en tus apreciaciones ?
Ojo.
¡ Buen dia equipo !
JOF