La semana pasada tuve una experiencia muy intensa. El destino me llevó a una familia que acababa de sufrir uno de esos eventos que la vida te manda sin que los pidas y que de repente te ves metido en una pesadilla terrible. Esa pesadilla que aunque te despiertas, sigue viva.
Para ellos por lo menos parte de la terrible pesadilla había terminado y ahora venía el largo proceso de curar las heridas que había dejado ese terrible trance.
Mas que relatar sobre detalles específicos, te quisiera comentar que durante nuestras vidas, de repente nos encontramos en momentos muy difíciles. Momentos que nos superan y requerimos ayuda de los demás.
Hay eventos difíciles, otros muy difíciles y otros que trastornan nuestras vidas.
He visto como los ángeles aparecen en estos eventos y acuden a curar, a acompañar, a aliviar y a proteger a personas, familias, compañías y hasta naciones. Estoy cierto que las cosas ocurren por una razón importante, pero hoy quisiera hablar de estos ángeles.
Son ángeles no tanto vestidos de blanco y con alas grandes. Son ángeles como tu y como yo. Angeles que somos llamados y enviados por Dios para atender a hermanos y prójimos nuestros que están pasando por momentos muy difíciles para ellos. Ángeles que no se siguen de largo sino que detienen su “carrera” y se comprometen con el necesitado.
He sido testigo en estos días de como han aparecido entre nosotros estos ángeles y han acompañado, abrazado y dado mucho cariño y amor a gentes que lo han necesitado en serio.
Es una de las experiencias mas padres de la vida ver aparecer a los angeles que llevamos dentro. Es ver cuando alguien «saca sus alas que tenía guardadas» y ayuda al otro. Ilumina la vida el ver como dedican desinteresadamente su tiempo, sus talentos y su pasión para ayudar. El ser testigos de como lo hacen simplemente por amor.
No porque lo tengan que hacer. O porque lo deban de hacer. o porque sea lo correcto. Sino porque lo quieren hacer. Entonces sacamos esa parte sagrada que todos tenemos y nos hacemos por unos momentos uno en El.
¿ Intenso?. Ya lo creo.
¿ Vale la pena sacar al ángel que tenemos dentro ? Una sociedad con «mas alas en uso» creo que sea una sociedad mas cerca de lo que todos quisiéramos tener.
¿ Vale la pena dejar salir a ese ángel interno y no reprimirlo ?
¿ Hacer milagros de amor ?
¿ Habrá que esperar a que una mega tragedia ocurra para sacar «las alas» ?
Saca tus alas de ángel al sol. Les cae bien.
Solo necesitas ver hacia fuera – de ti – para ver cuánto hacen falta tus alas.
Saludos,
JOF
Fernando Arnaiz Herrera-Lasso
No subestimes la capacidad del ser humano de ser solidario y compasivo, son valores inherentes al hombre y nada tienen que ver con «seres» metafísicos ni influencias externas.
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