Juan era una marmota buena y siempre con una actitud increíble. También era una marmota terriblemente exitosa. Su padre había sido probablemente el mejor padre que una marmota pudo haber deseado. Aunque a decir la verdad, vaya que lo había hecho trabajar duro.
Lo primero que su padre le decía cada vez que empezaba un año o una semana, es que tenía que seguir su Plan. Juan había escuchado la dichosa palabra demasiadas veces y ya la odiaba. «¿Cuál es tu plan, Juan? Sin plan, no hay nada. El plan te lleva a donde quieres ir. Tienes que saber a donde quieres ir y entonces definir tu plan. ¿Cuál es el plan del año?, ¿Cuál es tu plan de la semana?¿Cuál es tu plan del día para cumplir con el de la semana, para cumplir con el del año y el de tu vida?»

Juan había estado toda su vida perseguido y persiguiendo a los dichosos planes. Por supuesto que muchas veces había trabajado o estudiado sin planes, también muchas veces los había hecho por cumplir con la tenacidad y hasta terquedad de su padre. La única verdad es que a su edad, sus planes lo habían llevado muy lejos. Había logrado casarse con una marmota buena, lista y espiritual. Había terminado sus estudios en la Universidad de las Marmotas como uno de los mejores de su clase. Y ahora ya había abierto su sexta tienda de distribución de productos para marmotas.

“Ya que tienes tu plan, Juan, la disciplina es lo mas importante.” Aquí Juan, había y seguía sufriendo con la dichosa disciplina. Juan había escuchado mil veces frases como: “Si quieres ser feliz, te tienes que amar. Lo cual significa que tienes que disciplinar tu comportamiento.” o “Mi vida merece que la haga florecer y desarrollar”. «Tengo que saber y conocer lo que hago bien». » Tienes que decirte a ti mismo que te debes algo». «Tienes que expandir la visión de tus dones y talentos.» «Tener control de tu destino». Y la que siempre le repetía: “Es fácil ser grande, porque todo mundo es débil.”

Juan se daba cuenta que “El Plan” y “La Disciplina” le habían cambiado su vida.
Ahora recién habían tenido su propia «marmotita» y Juan no podía esperar a enseñarle algo de todo lo maravilloso que su padre le había compartido, enseñado e inculcado.
¿Sabes lo que quieres?
¿Tienes tu Plan?
¿Como anda tu Disciplina?
Feliz año lleno de planes y de un enfoque mucho mayor a la disciplina. Te deseo que seas de los que son grandes por seguir estos dos maravillosos puntos.
Abrazo,
Jorge Oca