El Club de los 8 minutos.

Estudios avanzados han demostrado que son 8 minutos los que alguién requiere para lograr desahogarse, cuando tiene un problema o situación que lo mantiene preocupado, angustiado o desolado. Harvard Business Review

Photo by Engin Akyurt on Pexels.com

Juan tenía con Carlos el acuerdo desde hace tiempo. Cuando alguien necesitaba del otro, simplemente le mandaba un mensaje de texto con el número “8” o con un “ocho”. El otro sabía que su amigo requería de su ayuda. Ocho minutos se podían dedicar al otro prácticamente en cualquier momento. Ocho minutos eran muy poco para uno y una verdadera bendición para el otro.

Lucía y Karla habían encontrado en la técnica de los ocho minutos, una solución maravillosa para esos días en donde «la revolcada» parecía imposible de soportar. La verdad es que no requerían que la otra les resolviese el problema. Sólo al sentirse plena y cariñosamente escuchada por la otra, se solucionaba una buena parte del problema o de la situación.

Photo by Polina Zimmerman on Pexels.com

Merce y Joaquín daban gracias a Dios porque su amistad era sólida y de muchos años. Los 8 minutos eran prácticamente un milagro. Les había enseñado también a escuchar plenamente al otro y a otros. Estaban ahí para el otro, escuchaban lo que les decían, lo que no les decían y habían aprendido a escuchar con el corazón. Los ocho minutos habían sido el principio de una mejor escucha.

Muchas veces eran algo más de los ocho minutos; el tiempo no era el tema. El tema era saber que cuentas con algunas personas que detienen lo que hacen y te escuchan con cariño, con paciencia y con el corazón.

Photo by cottonbro studio on Pexels.com

¿Con cuántas personas cuentas para que sean de “tu Club de los 8 minutos?

¿Cuántas personas cuentan contigo para su Club?

¿Cómo anda tu “escuchómetro”? Logras escuchar un par de minutos sin interrumpir y querer contestar y arreglar el tema del otro?

¿Logras percibir cuándo a alguién le urgen sus 8 minutos?

Photo by Stanisu0142aw Pionersky on Pexels.com

¿Logras pedir ayuda cuando tú lo necesitas?

Pues ya sabes, tienes una herramienta poderosisima para ti y para los demás, está en ti que la uses. Recuerda que la práctica hace al maestro y que todos requerimos urgentemente de 8 minutos. ¡¡Vaya que hacen milagros!!   

Jorge Oca.

Deja un comentario