Thich es un monje budista de Vietnam. Cuando estaba en el monasterio, su tarea era lavar los platos para los 100 monjes que vivían, estudiaban y trabajaban ahí. El clima era terrible. En invierno rondaba los cero grados centígrados. No había ni agua caliente ni jabón para lavar todos los platos de cada comida. Thich los lavaba con cenizas y con sus manos. Cada comida terminaba con sus manos entumidas, heladas y con su trabajo perfecta y cariñosamente bien hecho.
Ahora, Thich dice que los monjes de hoy día hacen su tarea de muy diferente manera. Dice que para empezar ya tienen agua caliente y lavadoras de platos. Comenta que después de lavar los platos, tienen el hábito de tomarse una taza caliente de té. El tema ahora es que mientras lavan los platos los monjes, en lo que están pensando es en el té que se tomarán después de lavar los platos y no en el lavar los platos – y lavarlos bien -. Thich dice que hay que hacer cada tarea concentrándonos precisamente en ella y no en nada más.
Hoy en día los monjes lavan los platos pensando en la taza de té que se tomarán al terminar, luego cuando se están tomando la taza de té piensan en el trabajo que tienen que hacer después y cuando estén haciendo ese trabajo estarán pensando en la comida o en la actividad que seguirá.
Así vivimos nosotros. Haciendo lo que hacemos, pero nuestra mente ya está pensando, manejando y preocupada por lo que vendrá. Por lo que sigue. Entonces, pareciera que no disfrutamos, que no nos metemos al 100 en lo que estamos haciendo. El « multitasking» que termina haciendo que hagamos todo a medias y que no estemos en el aquí y ahora. Disfrutando o lavando los platos al 100. Saboreando una taza de té sin estar en otro lado. Sintiendo su sabor, su olor, su calor.
Thich sugiere que un día a la semana sea nuestro día de estar conscientes de cada cosa que hagamos al 100. Estar conscientes de nuestro despertar, de nuestro baño o aseo, de la taza de café o té. De la limpieza u orden que hagamos, de la naturaleza que nos ha sido regalada, del contacto con los nuestros.
Vivimos corriendo una carrera loca por llegar, hacer y tener, que pareciera no tiene fin.
Me invito «a lavar mis platos» de manera consciente y a disfrutar y aprender de cada actividad de mi vida.
Te comparto diez frases de Thich Nhat Hahn:

1.- “En un diálogo verdadero, ambas partes están dispuestas al cambio.”
2.- “Escuchas con solo un propósito: para ayudarlo o ayudarla a que vacíe su corazón.”
3.- “La Compasión es un verbo.”
4.- “Cuando una persona te hace sufrir, se debe a que esta sufriendo profundamente dentro de ella y su sufrimiento se esta desbordando.”
5.- «Cuando empiezas a percibir lo que tu enemigo esta sufriendo, es el inicio del entendimiento.»
6.- «Comprender significa desconocer o eliminar tu conocimiento.”
7.- “Para que las cosas se nos revelen, tenemos que estar dispuestos a abandonar nuestras opiniones de ellas.”
8.- “Estamos aquí para despertar de nuestra ilusión de estar separados.”
9.- “El apego a nuestras creencias es el más grande impedimento a detonar nuestro camino espiritual”.
10.- “En cada instante, tienes una elección que te acerca a tu espíritu o te aleja de él”.
¡Gracias Thich!
Saludos y abrazo,
Jorge Oca