El alma estaba incómoda.
Se sentía un tanto y cuanto atada.
Los acontecimientos de los últimos tiempos la habían relegado aún mas.
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Ella sabía que todo tenía un propósito.
Que lo escrito, escrito estaba.
Pero era un alma guerrera,
era un alma que le gustaba hacer bien su papel.
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Recordó el alma como un buen día,
Dios decidió crearla.
Decidió hacerla especial.
Decidió darle una misión increíble.
La había puesto en un ser excepcional y maravilloso.
Lleno de talentos y de dones.
Con una familia perfecta para esa persona.
Con un grupo de amigos especiales
hasta un muy buen trabajo.
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El alma era un pequeño pedazo de Su esencia.
Una parte de Él que le acompañaría todos los días de su vida
Hoy tu alma ve como duermes, como te despiertas.
Ve como te arreglas, como ves el Facebook,
Ve como vas a hacer pipí.
Como entras al Instagram y ves tus series en Netflix.
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Te acompaña al trabajo.
Sufre con tus penas y angustias.
Suspira cuando te disfrazas de mártir y vives atorado en el pasado.
Te anima para que vivas el hoy de mejor manera.
Para que solo disfrutes el momento presente.
Para que goces de todo lo que hoy sí tienes.
Para que des gracias por muchas cosas.
Para que des gracias por Él.

Quiere acompañarte a seguir haciendo magia.
A observar y disfrutar como tu Fé llama los milagros.
Canta para que tú seas lo que eres.
Ruega por ti, te bendice a ti y vibra en todo momento por ti.
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Esa alma tuya te ama profundamente.
Esta orgullosa de ti.
De hecho, es parte de ti.
De tus días, de tus noches, de tus sueños.
Hoy tu alma te dice que todo va a estar bien.
Que ella estará contigo todos los días de tu vida.
Te dice que confíes en ella, que confíes en ti.
Pero sobre todo, que confíes en Él.
¿Te imaginas lo que hoy te escribiría tu alma?
¿Porqué no lo intentas y le dejas decirte muchas cosas?
Un fuerte y cariñoso abrazo a ti y a tu alma.
Jorge Oca