Conversaciones internas.

En estos tiempos, uno aprende muchas cosas interesantes. He aprendido que uno mismo es su propio jefe y por así decirlo, su propio empleado. Esta muy complicado, porque por un lado somos malos empleados, pero por el otro, somos peores jefes. Imaginémonos algunas conversaciones internas.

“Sé que no nos hemos llevado muy bien en el pasado. Estoy tratando de ser mejor. Seguramente haré algunos errores en el futuro, pero trataré de escuchar si tú me corriges. Trataré de aprender.» «Me di cuenta de que no necesariamente brincaste hoy ante la oportunidad de lavar los platos cuando te pregunté. ¿Hay algo que te pueda ofrecer para que cooperes? ¿Podría ser que si lavas los platos, podríamos ir por un café – que te parecería un expreso – con doble carga? ¿O habría otra cosa que te gustaría?»

Entonces, si logras escuchar, a la mejor se escucha una vocecita de un niño perdido. A le mejor te dice «¿De verdad? ¿De verdad que quieres hacer algo bonito por mí? ¿De verdad lo harías? ¿No es un truco?»

Aquí tienes que tener mucho cuidado, porque es la voz de alguién que ha sido muchas veces traicionado y es terriblemente tímido. Entonces le dirías con mucho cuidado y con mucha humildad,  “A lo mejor no soy la mejor compañía, pero haré algo padre por ti. Te lo prometo».

Un poco de amabilidad y un reconocimiento o premio tienen un poder increíble. Por lo que más quieras cumple con tu promesa. No dejes que nada te distraiga.

Nuestro crítico interno que siempre quiere poner muchas cosas en orden, bien podría ir negociando, logrando y premiando a nuestro Yo interno que – a veces – es flojo, sentido, rencoroso y que es difícil llevarse con él.

Si poco a poco vamos tomando y haciendo pequeñas decisiones en nuestro diario quehacer y vamos ayudando o mejorando un poco al caos que tenemos en casa, en nuestra oficina y en nuestras relaciones, podríamos ir logrando pequeñas mejoras que se conviertan con del tiempo en grandes resultados.

Ahora que conocemos con esto del virus, del increíble poder de lo exponencial. Imagínate a «tu Ser Jefe con tu Ser empleado», trabajando de manera positiva y logrando cada dia algunos pequeños triunfos. La gráfica de resultados sería no solo maravillosa, sino que tu vida sería otra.

Probablemente la felicidad se encuentre en disfrutar inmensamente de este gran viaje que es la vida y no en ese sentimiento de satisfacción cuando alcances la siguiente cima en tu caminar. Mucha de la felicidad radica en la Fe y en la Esperanza, sin importar lo difícil que pudo parecer – o parece – tu situación.

Logra estos pequeños cambios y pequeños triunfos de manera habitual y tu vida cambiará. Con los años, estarás deseando y enfocándote en algo mucho más elevado. Estarás enfocándote en algo maravilloso. Como diría el buen Tony Robins, en donde te enfocas determinará lo que hagas, lo que veas y lo que seas.

Buen dia.

Jorge Ocaranza Freyria

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s