Una colaboradora de Pacífica me dijo que había cambiado su refrigerador. Ya no estaba a gusto con su refri viejo.
“Me compré un refri sin máquina de hielos” me dijo. Luego luego pensé que era un error el que se hubiera comprado un refri así. “ No me gusta el sabor que los hielos tienen en los refris ” terminó diciéndome.
“Tampoco tiene dispensador de agua”. Úchale pensé de inmediato, ¡¿ Cómo sería posible que alguien compre un refri sin el gadget del agua ?! Todo mundo tiene un refri con agua… “ Pienso que el filtro luego no necesariamente funciona bien y el sabor de esa agua nunca me ha gustado ” me comentó.
«Me gustan los refris con las puertas francesas; o sea que abran hacia afuera y hacia los lados. Me lo compré con el congelador en la parte inferior. Y por supuesto, más pequeño del que tenía antes.»
Entonces me ha caído el gran veinte. MI gran veinte.
Este refri era el perfecto para esta persona. Era SU Refri.
En mi vida y durante mucho tiempo, me he dedicado a criticar y a sugerir a otros como deberían ser «sus refris». A veces he llegado a pensar que soy experto «en refris» y soy rápido para sugerir y opinar sobre como deberían ser «los refris» de las demás personas.
Ahora al parecer , he visto con claridad que finalmente es el refri de la persona y cada persona decidirá cómo será SU REFRI. Ese refri será el correcto porque será el de ella.
De igual manera, yo escogeré el mío. De acuerdo a lo que yo quiero, le pondré y quitaré aditamentos y características.
He sentido una paz enorme. Empiezo a entender que no solo las personas tienen derecho a escoger su refri sino que finalmente vivirán, usarán, disfrutarán y en su caso sufrirán por SU refri.
Empiezo a sentir el efecto de «nuevas pipas de respeto» en mi ser por los refris de los demás. He también realizado algunos ejercicios que me han ayudado a definir MIS refris. Tengo una ilusión terrible de que finalmente serán MIS refris y viviré en paz y feliz al disfrutar de lo que a mi me parece correcto y que a MI me funciona.
¿Haz definido con claridad cómo quieres a «tu refri»?
¿Estás dispuesto a respetar «los refris» de los demás? ¿Tendrás entonces todo derecho por vivir pidiendo que respeten el tuyo?
¿En el camino podrás ir mejorando los aditamentos de tu refri? ¿Con el tiempo surgirán cosas que podrían cambiar en «tu refri»?
¿Finalmente quien es el responsable de «su refri»? ¿ Quien es el único que vive con él ? ¿ El único que puede definirlo y cambiarlo?
¿Que tan altos estándares debería tener «nuestro refri»?
¿Finalmente la palabra “deber” debería de existir en nuestras vidas? Al final, es mi vida ( mi refri ) y uno es el responsable de cómo, cuando, con quién y hasta donde.
Te deseo una vida plena con «TUS REFRIS».
Buen dia,
JOF