El herrero tenía una de las encomiendas mas importantes de su vida. El Rey le había pedido una espada única. Sería la que utilizaría en la siguiente «Gran Batalla». Debía ser una espada espectacular. Una espada hecha con los mejores materiales posibles. Forjada a las temperaturas más altas y golpeada precisa y constantemente hasta obtener esa espada tan especial.
La espada por su parte, sufrió casi lo indecible en el proceso. Estaba viviendo cómodamente como hierro sin molestar a nadie. Era cierto que era un hierro muy puro y de muy buena cepa, pero hasta cierto punto le hubiese gustado quedar así. Hasta que fue removida de su cómodo lugar y metida al terrible y maldito horno. Nunca pensó en llegar a sufrir tanto. Gritó, chilló e imploró que la sacasen ya del horno. Y cuando finalmente el herrero decidió hacerlo, su consistencia, forma y cualidades habían cambiado increíblemente. Era algo totalmente nuevo.

Cuando la metieron al agua helada gritó de contento, pero el cambio la hizo quedarse sin aliento durante un largo tiempo. Luego seguirían los interminables golpes, luego más calor, luego más agua. Se desmayó varias veces en el proceso. Rogó que terminara esta tortura. De ninguna manera ni lo había pedido, ni lo había querido.

Hasta que días después, el herrero sonreiría con esa sonrisa de triunfo total. La espada estaba terminada. Era espectacular. Su filo era único, su resistencia verdaderamente increíble. El rey vio la espada y estuvo seguro de que sería fundamental en su siguiente batalla. Todos se verían inspirados por ella. ¡¡Ella los llevaría a la victoria!!

¿En qué proceso vas, en convertirte en esa «espada especial del Rey«?
¿Sigues cómodamente como hierro?
¿Ya andas en medio del horno, los golpes y el agua?
¿Sientes que no va a terminar nunca “la golpiza”?
Respira, suelta y deja ir.
Confía.
El Herrero sabe lo que está haciendo. Sabe que estás hecho(a) de buen material. Es el mejor herrero que existe.
Saldrás siendo mucho mejor, espectacular y listo(a) para que El Rey, junto contigo, realice sus planes perfectos.
Un abrazo a todas “Las Espadas del Rey”.
Jorge Oca