En algunas obras griegas, la trama siempre se iba poniendo cada vez más interesante y complicada. Cuando estaba a punto de llegar al clímax y que todo parecía que iba a llegar a su fin, aparecía un dios y salvaba la situación y la vida.

Hoy en día, se viven – y vivimos – múltiples dramas verdaderamente complicados y también a punto de explotar.
Muchos nos preguntamos ¿Porqué nuestro Dios no ha hecho nada por resolver el tema? Sabiendo y pudiendo hacer lo que sea, ¿porqué es que no lo termina y arregla con un suspiro?
Dios esta con nosotros en todo momento. Está viendo lo que nos sucede y lo que sufrimos. Sin embargo respeta como nadie nuestra libertad y nuestra voluntad.
Todo el tiempo hemos estado esperando por Él. Poco sabíamos que Él es quién nos ha estado esperando.

A qué le pidamos, como hijos queridos y consentidos, que nos ayude en lo que sea que requiramos ayuda. En lo muy grande y también en lo muy pequeño. Él quiere tener una relación con nosotros.
Es genial, lo único que tenemos es decirle que nos ayude. Sincera, confiada y claramente… No hay que esperar a que se arregle precisa y justamente como lo queremos. Él sabe por supuesto lo que nos conviene. Suéltate, abandónate y te aseguro que tu asunto terminará de la mejor manera posible.

Abrazo,
Jorge Oca