Gabrielle Bernstein es una mujer que ha venido de un hogar destruido, adicta a la cocaína y que se ha convertido en una autora Bestseller, ha escrito 8 libros, audiolibros y enseña a partir de un Curso de Milagros. Nos muestra la aplicación práctica de los principios del Curso, poniendo énfasis en desarrollar nuestro amor propio, el perdón y un acercamiento a la espiritualidad. Maneja un blog y un podcast en donde sus contribuciones bien vale la pena seguir.
En su libro «El Universo te cubre las espaldas», Gabby nos comparte 5 principios o pasos mediante los cuales podemos reconectar, reprogramarnos y lograr rendirnos espiritualmente y dejar al Poder Mayor, a Dios que nos guíe por el camino que debemos seguir.
- Paso 1 “Quita tus manos del volante mediante la oración”
Gabby nos dice que muchas veces pedimos por lo que creemos que nos conviene y no necesariamente es lo que necesitamos. Nos dice que no pidamos por lo que nosotros necesitamos sino por lo que es del mas alto interés para todos. Nos dice que ahí es cuando de verdad nos alineamos con nuestro verdadero poder auténtico. Nuestro poder interno de pedirle al Universo, a Dios por lo que más conviene. En lugar de querer seguir controlando todo, rezar por lo que es de más importancia para todos. Quita mucho la presión.

- Paso 2 “Enfoca tu energía y atención a lo que sí esta funcionando y no a lo que no tienes”
Tenemos la tendencia por enfocarnos en lo que no tenemos y no en todo aquello que sí tenemos. Todos “necesitamos” o pensamos que necesitamos ciertas cosas en la vida y muchas veces es cierto. Sin embargo, eso no nos permite apreciar las diferentes áreas en donde estamos de verdad prosperando. En nuestro trabajo, en la salud, en las relaciones o en lo espiritual. Cambia nuestra vida cuando hacemos el hábito de enfocarnos y agradecer lo que sí tenemos.

- Paso 3 “Los obstáculos son desviaciones en la dirección correcta”
Una desviación hacia la conexión espiritual. Una desviación para tocar fondo y que pueda conectarme. Como dice Rumi “La herida es el lugar por donde la luz entra”. Muchas veces necesitamos de los obstáculos para poder llegar al lugar a donde requerimos llegar.
Un divorcio Oportunidad para empezar a amarnos más o mucho más.
Pérdida de Trabajo Oportunidad para empezar a hacer aquello que has soñado.
Diagnóstico médico Oportunidad para acercarte y conectarte a Dios

Piénsalo, reorganiza tus obstáculos, observa la desviación y reafirma la dirección final. Puede ser una oportunidad de oro para estar conectado con La Verdad.
- Paso 4 “Pide por una señal”
El Universo, Dios siempre nos envía señales, el problema es que no escuchamos. Cuando pedimos, SIEMPRE recibimos. Es la ley. Pidamos una señal de que vamos en la dirección correcta. Permitámonos apreciar a ese Guía Magnífico que está en nosotros y en nuestro alrededor. Ahí es cuando empezamos a vivir de verdad. El Universo, Dios nos guía; hay que escuchar. Nuestro trabajo es escuchar. Ten los ojos abiertos, la señal te llega como y de la manera en que menos te lo esperas. Finalmente es Él quien la manda. Así que más que lo quieras controlar, estáte atento.

- Paso 5 “Cuando pienses que te has abandonado, abandónate más”
En el curso de Milagros, Gabby dice que aquellos que están seguros del resultado de sus plegarias o de una situación, pueden darse el lujo de esperar y esperar sin ansiedad.
La presencia de la certeza está disponible para todos, siempre y cuando nos abandonemos. Cuando nos alineemos con el Universo, con Dios y le pedimos y lo dejamos hacer su trabajo y su voluntad.

Hoy en día, es mas importante que nunca que tengamos una fundación espiritual firme. Un ancla que nos reafirme día a día. Un sentido de alineamiento con La Verdad. De nos ser así, cualquier viento fuerte o tormenta puede mover o desacomodar a nuestro ser. Estar alineados con el Poder Supremo que tú aceptes y creas, es fundamental.
Nuestro Verdadero Poder está en nuestra conexión con Dios. Cuando nos abandonamos, podemos estar seguros de que no importa qué suceda, de que en medio de toda la incertidumbre, podemos estar seguros que Dios SIEMPRE nos cubre las espaldas.
Abrazo equipo,
Jorge Oca