Ganar haciendo trampa nos hace perder a todos.

Estábamos inaugurando el nuevo show nocturno de Los Avengers en Pacifica. El teatro estaba lleno de familias que gozaban de sus vacaciones y se la estaban pasando muy bien.

A la mitad del show, se pedía como parte del mismo, que  subieran niños al escenario a un concurso. El objetivo era sencillo y divertido. Los pequeños tenían que imitar una de tres posturas de los superhéroes que el animador escogía. Los que le atinaban perdían hasta que quedara el último y por supuesto ganaba el concurso y el premio. Casi 40 pequeños de unos 3 a 10 años competían y todos aplaudíamos.

Lo que siguió me impactó muchísimo. Los niños hacían trampa para que no los eliminaran. Tuvieron que poner a dos personas para que los “checaran” y fueran eliminando a los pequeños que perdían en cada turno. Todos veíamos como los animadores «cachaban» a los que perdían y muchos hacían trampa para no perder. Los padres aplaudían a los que haciendo trampa no perdían. Todos éramos cómplices.

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O sea que en nuestro querido país, en nuestra cultura; el tema es hacer trampa. Desde chicos así educamos a nuestros hijos. Todos terminamos aplaudiendo a nuestro chaval que ganó o duró mucho haciendo trampa, copiando, metiéndose hasta adelante en la fila, utilizando atajos no correctos. 

«Para ganar mi´jo; hay que hacer lo que sea. Ponte abusado y gana, a pesar de los jueces, de las reglas y de los principios. El único principio aquí es ganar.»

Pareciera que estamos dentro de un juego en donde todos participamos activa y eficazmente. Jugamos a que tenemos que dar cierta calidad o servicio a nuestro cliente.  Nuestro cliente puede ser alguien de nuestra familia. Algún amigo o alguien del trabajo. Muchas veces “le hacemos trampa” y le damos menos de lo que le corresponde, de lo prometido. El cliente a su vez también hace trampa. Muchas veces paga menos o usa mucho más de lo que le corresponde; de lo que ha pagado. Todos terminando jugando este pernicioso juego que no tiene valores como fundamento.

Siempre he pensado que el futuro son los niños. Ahora comprobé que la siguiente generación ya está educada y programada.

¿ Cómo fuiste educado con respecto a tus valores de pequeño ?

¿ Cómo educaste o estás educando a tus hijos o colaboradores ?

¿ Te parece que pongamos nuestro grano de arena para que los valores que queremos que prevalezcan vayan cambiando ?

Por lo pronto nosotros premiaremos más que a los ganadores, a los que inspiraron a los demás, a los que actuaron con valores y compromiso.

Te mando un abrazo y que tengas un buen dia.

Jorge Ocaranza Freyria.

Un comentario sobre “Ganar haciendo trampa nos hace perder a todos.

  1. Anónimo

    Por otro lado, a veces se está tan al pendiente de cuidar que no se haga trampa, que los que están haciendo las cosas de manera correcta pasan desapercibidos. La única solución viable es reeducarse uno mismo e impartir esta educación a los niños a través del ejemplo y no con enunciados.

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