En nuestra cultura, el Perdón puede ser una palabra difícil de utilizar.
Nuestros hijos y nosotros pudimos haber sido educados en el sentido de que pocas veces tenemos la culpa de lo que nos sucede.
La culpa seguro fue de la maestra, de los amigos , de la pareja, del jefe o de los políticos. Pocas veces de nosotros.
Como nos cuesta aceptar nuestra responsabilidad y ya ni digamos pedir perdón.
Nos cuesta ver una situación desde la perspectiva del otro y aceptar humilde y sinceramente que nos hemos equivocado y que hemos ofendido, lastimado o fallado al otro.
A veces hasta tratamos de voltear el asunto y echarle la culpa al otro.
Cuantas veces una simple y sincera disculpa hubiera arreglado el tema.
Pero nuestra soberbia, nuestra falta de humildad y nuestro ego se han metido y vuelto a entrometer.
El perdonar y pedir perdón “limpian nuestra casa “ y nos permiten seguir adelante con menos carga y más ligeros. No permiten cerrar asuntos que nos lastimaron o afectaron mucho.
El ser empático y ponerse en los zapatos del otro nos permite que seamos amorosos y generosos con el otro. Lo cual nos genera a la vez dosis de generosidad y amor de regreso.
Perdona mis ofensas como perdono a quien me ofende. Vaya que El Maestro sabe de lo que habla.
Aquí es donde habitualmente hago preguntas.
¿ Te necesitas perdonar a ti ? ¿ Sería bueno y conveniente perdonarnos a nosotros mismos ?
Hablaría de que perdones al Maestro. ¿ Existen algunas cosas que habría que arreglar con El y pedirle perdón ?
Y que perdones a tu hermano y al prójimo. ¿ Tendrás algunos asuntos que perdonar y por las que debes pedir perdón ?
Libera esa carga pesada que tanto te lastima. Física, emocional y espiritualmente.
Supongo que es como un buen hábito. Perdonar y pedir perdón. Así que tendré que empezar desde casi cero. Pero nunca es tarde para estar mejor.
¿ Se necesita coraje ? ¿ Valor ? Probablemente.
Pero lo que si es seguro es que vamos a estar mejor.
Buen dia amigos !!
JOF