La pequeña Virya no pudo mas, así que cuando su tío Loden, un reconocido monje budista llegó a su casa, lo acorraló con muchas preguntas.
“Tío, enséñame por favor eso de vivir en el aquí y en el ahora. Te pido que me lo expliques de manera sencilla, porque como que lo entiendo y no lo entiendo. No capto bien su significado completo y me parece que es algo importante que debo entender bien.”

El buen tío llevó a su querida sobrina al pequeño jardín de la casa. Sentándola en sus piernas le dijo: “Virya querida, cuando nacimos, el Universo nos regaló una bolsa llena de regalos que deberíamos abrir cada día. Así que el Universo ha planeado con todo cuidado y cariño cada día que vamos a vivir. Lo mas increíble es que ningún día será igual a ningún otro. Cada día será especial, único y fantástico. Por eso es que la idea es que disfrutemos, apreciemos, aprendamos, compartamos y vivamos cada día como un gran presente, como un gran regalo.
Hoy por ejemplo, es cumpleaños de tu mamá y va a venir toda la familia. Por la tarde iremos tú y yo y tu primo Vishram al río. Por la noche veremos estrellas fugaces porque hoy es día de lluvia de estrellas. ¡Cada día, querida Virya es único y especial!

El secreto para vivir en el aquí y en el ahora no solo es NO pensar y recordar el pasado, NI pensar en el futuro y pre-ocuparse por lo que venga. El gran secreto es disfrutar lo que está pasando ahora. Porque nunca va a volver a ocurrir de la misma manera. Estaremos con diferentes personas, seremos diferentes, nos sentiremos de otra manera…
El secreto es que cada día, cada momento ha sido especial y cariñosamente preparado para que lo disfrutemos y vivamos plena e intensamente. La maravilla es que depende de cada uno de nosotros que así sea y que los regalos que el Universo tiene para nosotros en cada día, los apreciemos con plenitud.

Virya casí cumplía los 9 años, pero ahí sentada en las piernas de su querido y sabio tío, empezó a comprender la profundidad y belleza del regalo que le acababan de dar…
Que tu día esté lleno de lluvia de estrellas…
Jorge Oca