Sammy había tenido un día muy bueno. Los reportes que había entregado a su jefe habian sido reconocidos y muchos detalles mas de su día lo tenían contento. Respiró profundamente y se dispuso a prender su acostumbrado cigarrito con su café justo antes de irse a dormir.
Movió la cabeza de lado a lado cuando vio que su cajetilla estaba vacía. Buscó en los lugares en donde podía haber algún cigarro y al poco rato supo que no encontraría nada.
El OXXO mas cercano estaba a unos dos kilómetros, así que tomó su coche y manejó silbando por el camino. Dos pasos antes de abrir la puerta de la tienda, se dio cuenta que no traía cubreboca. Recordó perfecto como lo había dejado en la mesita de la entrada de su casa.
Se cubrió la boca con su camiseta y decidido, le pidió al joven una cajetilla de Marlboros blancos. «Joven, no puede entrar ni le puedo vender si no trae cubrebocas», le dijo el tendero. «Sí, olvidé mi cubreboca, pero tengo la boca cubierta, son las 11 de la noche y no hay nadie», le contestó el buen Sammy. «Me da mucha pena pero sin tapabocas no hay servicio», le contestó el joven.
Esta historia tiene tres versiones del final.
Versión 1
Joven, me parece que usted tiene un criterio de un retrasado mental. Que mas le da venderme unos cigarros; tengo tapada la boca, me los da y se acabó. Por eso usted no pasa de ser un pobre vendedor del turno nocturno. Siempre compro en esta tienducha y yo le pago de alguna manera su sueldo. Le aseguro que la vendedora, esa gorda del día si me los vendería. Mugre pelado acomplejado.
Versión 2
¿No vende usted tapabocas? ¿Me podría dar uno? ¿Le parece que le pague 20 pesos mas y me los vende? ¿Usted dígame, cómo le podemos hacer? Ayúdeme por favor, se lo pido… se lo suplico. Ándele, por favor.
Versión 3
Que pena joven, la verdad es que se me olvidó mi cubrebocas en casa. Fue mi error y no me di cuenta. Voy por él y vuelvo en unos minutos. Una disculpa por haber entrado sin el cubrebocas y no cumplir con lo requerido.
Aquí entre nos, ¿Tú de que versión eres?. ¿Cómo fuiste programado en casa y en tu vida? ¿Eres de los que aceptas tu culpa y no culpas a nadie mas que a ti? ¿O eres de los que no aceptas que sea tu culpa y volteas las cosas y rompes las reglas para salirte con la tuya? De hecho, consideras y practicas la creencia de que las reglas en general no fueron hechas para ti. ¿O eres tan hábil que aunque sabes que deberías corregir tu error, omisión o lo que sea, haces lo necesario para que te salgas con la tuya. Entonces te sientes hasta fregón y le platicas a los tuyos tus peripecias y el tema ya no es tu error, sino como lo resolviste.

El tema es aceptar cuando es nuestra culpa y responsabilidad y aceptar que existen consecuencias.
Quiero pensar que las cosas no son siempre ni blancas ni negras y que todos actuamos con algunos porcentajes de «las tres versiones» anteriores.
¿Por donde navegas tu regularmente?.
¿En la Versión 1 con un toque de la 2?
¿En la Versión 2 con algo de 1?
¿En la Versión 3 con un poco de 2?
¿Todo depende?
¿En donde te conviene navegar?
Abrazo.
Jorge Ocaranza Freyria