Estamos a tiempo de cambiar.

Lupita estaba asustada. Algo había finalmente logrado que perdiera su ecuanimidad. Bueno, no es que no tuviera miedos e inquietudes en su vida, lo que pasaba es que era muy buena para disimularlos. Sobre todo ante ella misma.

Todo había empezado con la dichosa y desgraciada báscula. Alguien del departamento de Recursos Humanos había comprado una báscula que no solo te pesaba, sino que te daba una serie de datos increíbles. Porcentaje de grasa corporal, porcentaje de grasa en órganos internos, edad metabólica y te calificaba en colorcitos cada una de las mediciones.

Lupita sabía que estaba un poco pasada de peso y ni se dio cuenta cuándo le quitaron los zapatos y la subieron a la báscula para iniciar “un reto” entre todas. El resultado de su famoso diagnóstico fue de lo más impresionante que haya visto.

Lo primero que vio fueron muchas lecturas con colores rojos. Cada color rojo significaba no solo fuera de estar bien, sino que estaba muy mal. Luego vio la palabra “obesidad” en muchas lecturas. «Pero si solo estoy un poco pasadita de peso», se comentaba para sí misma. Luego comenzaría a ver con calma cada uno de los resultados en un papelito que le dieron.

Grasa corporal 43 % ( Obesidad Media Alta). Grasa abdominal 24 % ( Obesidad Peligrosa). Edad Metabólica 72 años ( ¡ Pero sí solo tengo 49 ! ). Sintió  como su frente se aperlaba de sudor y sintió una sensación de angustia clara y dolorosa.

Luego el coach en nutrición le diría demasiadas cosas.  Por la noche – y durante mucho tiempo más – recordaría algunas :

  • Los humanos no estamos diseñados para consumir tantas grasas. La leche , el queso, los huevos y la grasa animal en exceso han logrado subir tu nivel de grasa corporal para generarte potencialmente problemas de corazón, cáncer, diabetes y muchos otros que ya no quiso escuchar.
  • Tienes que cambiar Lupita, lo que comes y como lo comes o no obtendrás el resultado que tu vida requiere. Pareciera que te estás matando lentamente.

Lupita había hecho en su vida infinidad de dietas. Era una experta en ellas. Pero al final su peso había seguido subiendo constantemente.

Ahora era diferente. El tema era su salud. Veía por primera vez con claridad lo que la grasa le hacía. Veía cómo la dieta típica le había agregado grasa y más grasa en su cuerpo. Se sintió mal por ella misma. Sintió como si le hubiera estado metiendo a su cuerpo puras cosas que lo enfermaban. Sintió lástima por él.

Recordó las últimas palabras de su coach. » Lupita, todos queremos resultados diferentes en nuestras vidas. Queremos tener más de muchas cosas. Pero no estamos dispuestos a los cambios que tenemos que hacer. No estamos dispuestos a los sacrificios que el cambio requiere.»

En ese preciso momento, Lupita decidió cambiar lo que tenía que cambiar para obtener el resultado que ella quería. Aunque en este caso era alejarse de inmediato del resultado que NO quería. Resultado que triste y lamentablemente había logrado día tras día.

¿ Cómo andarían “tus papelitos de resultados” en varias áreas de tu vida? ¿En tu cuerpo, en tus relaciones con otros, con Él ? ¿Cómo andarían otras áreas?

¿ A partir del diagnóstico, que tendrías que cambiar para evitar seguir auto-destruyéndote ?

¿ Estas consciente qué requieres de cambios y sacrificios para lograr resultados diferentes ?

Estamos a tiempo.

Saludos

JOF

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