Miguel Angel y La Piedad.

Miguel Ángel Buonarotti estaba sudando como pocas veces en su vida . Sus ropajes estaban completamente ensopados. Estaba en las minas de Carrara a mediados de agosto supervisando una  pieza de mármol que  estaba en el mero fondo de la cantera. Hacía demasiado calor.

El Cardenal Jean de Bilhères  le había encargado una escultura de la Virgen con su hijo recién bajado de la Cruz. Una imagen de la Piedad. Y como siempre Miguel Ángel había tomado el nuevo encargo  como si fuera a ser su obra maestra más  importante.

Estaba en  una sección especial de las minas y disfrutaba mucho de esta etapa. Y aunque su pasión por la escultura lo ponían de nervios y se angustiaba intensamente en cada etapa, era lo que más disfrutaba hacer. Transformar un bloque de piedra fría en una obra de arte que transmitiese sentimientos profundos y conmovedores. Era El artista.

Como siempre, se había volcado en cuerpo y alma a la obra. Había realizado cientos de bocetos  y ya tenía una idea muy cercana de cómo sería Su Piedad .

A partir de los bocetos había hecho unas esculturas de barro y luego había ido a visitar el lugar en donde su escultura viviría. Aún no definía el tamaño exacto. Tenía también una idea bastante precisa por el lugar, pero el sabía que dependería sobre todo de la calidad de mármol que pudiese conseguir.

Giovanni Delatesta era uno de los mejores masones del mármol y un admirador secreto de Miguel Ángel. Conforme iban trabajando la cantera, Giovanni le mandaba mensajes a Miguel Angel para que viniera a adquirir su bloque.

Miguel Ángel y otros artistas así como constructores adquirían lotes y piezas especiales de Carrara según fuesen saliendo de las inmensas y casi puras vetas de mármol blanco.

Miguel Ángel siempre buscaba el mejor bloque y en muchas ocasiones  habría desechado una obra al aparecer a medio trabajo imperfecciones imperdonables en el mármol.

Para esta obra específica llevaba mucho tiempo buscando la piedra perfecta. Giovanni pensaba que podría haber encontrado lo que el artista buscaba y como siempre Miguel Angel habría venido corriendo a verificar, apartar y mandar cortar lo que parecía era una pieza especial.

Giovanni había descubierto por error una nueva veta muy blanca y pura y  logró obtener lo que parecía un impecable cubo de mármol blanquísimo.

El bloque fue sacado con mucho cuidado del fondo de la cantera y Miguel Angel no se separó de el hasta que estuvo seguro en su estudio. El bloque fue colocado con todo cuidado sobre una base de madera y Miguel Angel tomando su cincel pronunciaría una frase que se haría famosa;

  En este perfecto bloque de mármol está contenida Mi Piedad. Lo único que me hace falta es quitarle todo lo que no es La Piedad.

¿ El material del que esta hecho tu bloque de mármol es muy especial?

¿Tu piedad está terminada? ¿Ya le quitaste todo lo que no es tu Piedad!? ¿Es una obra de arte sensacional?

¿Porque insistes en ponerle, hacer,  inventar cosas que no son de esa Piedad ?

¿Porque no terminas de quitarle lo que no corresponde a esa obra de arte?

La escénica de tu mármol, el plan de tu obra de arte y el propósito de tu vida han sido cuidadosamente planeados. Deja que la obra de arte aparezca, ilumine y cumpla con su misión.

Bonita semana

JOF

6 comentarios sobre “Miguel Angel y La Piedad.

  1. Ana Mendez

    Gracias, linda analogía para inicio de semana y aunque La pietá es una obra de inmensurable belleza, sé que la belleza aplica a diversas cosas que podemos crear y generar como seres humanos.

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  2. Reynaldo Correa A.

    Muchas gracias por compartir tan bello mensaje que encierra verdades tan hondas que tienen que ver con nuestro origen y mision. Que de acuerfo a la analogía, cada ser humano somosnautenticas obras de arte que aun no se han acabado y es labor nuestra, terminarlas, saludos y bonota semana.

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