No cabe duda que la vida siempre puede ser una gran maestra. Anda pretendiendo enseñarnos diferentes cosas que finalmente pueden llevarnos a ser mejores.
Ahora me toco recibir la lección en Las Vegas. Estábamos en una entrevista con un proveedor en una lujosa suite. Nos estaba presentando su producto y todas las razones por las que tenía – según el – el mejor producto del mundo mundial y el que a nosotros sin duda alguna nos serviría en serio.
Siempre una venta es una transacción entre personas y muchas veces lo que compras, además del producto o servicio es a la persona que lo vende.
Durante la presentación no estuve de acuerdo en la forma y supongo que en la escencia del que me lo vendía. Dicen por ahí que luego lo que te choca te checa. Y a mi me molestó la soberbia, el ego y como trataba esta persona a uno de sus subalternos presentes.
En lugar de quedarme callado y seguir con la presentación, logré hacerlo personal. También logré que mi posible proveedor perdiera la razón y me corriera a gritos de su suite y de su vida.
Una multitud de Meditaciones para Mi me han invadido y todas quieren enseñarme, calmarme y cuidarme.
Como siempre, puede uno estar de acuerdo o no en alguna propuesta que alguien te haga. Lo que hice mal fue hacer que esa persona sacara lo peor de ella. Mi objetivo no debiera ser que la demás gente piense como yo o que vea mi punto de vista. Finalmente es mi punto de vista o mi sentimiento. O mi meditación.
Me sentí «discutiendo con un borracho» y pretendiendo hacerlo entrar en razón. De paso me di cuenta de que yo también «era un borracho» queriendo hacer que el otro borracho entrará en razón. En mi razón.
Receta peligrosa.
¿ Cuantas veces queremos convencer al «otro borracho» ? ¿ Cuantas veces queremos que los nuestros en casa y en el trabajo vean y hagan las cosas como yo pienso que son?
¿ Cuantas veces lo hago como lo hacen los borrachos? Con mi razón, solo pensando en mi mismo y siendo muy necio.
Cuando se juntan «dos borrachos», las consecuencias pueden ser muy negativas.
Gracias vida por la lección. Andaré con mas cuidado en no discutir con los demás cuando «saquen a su borracho». Y por supuesto que trataré de guardar al mío.
Saludos
JOF
Fernando Arnaiz Herrera-Lasso
A su borracho o a su candidato…
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