Mel Robbins nos comparte su teoría de “Let them” o “Déjalos”. Es una teoría en donde nos invita a dejar a los demás; hacer, pensar y actuar como ellos quieren. Se trata de que no controlemos lo que no debemos ni podemos controlar. Se trata de que dejemos de luchar e invertir mucha energía en temas que no nos corresponden. No se trata por supuesto de no intervenir en temas reales de seguridad o valores en donde afecten nuestra integridad o la de otros.
Es increíble como podría cambiar nuestra vida si adoptamos esta teoría… no es resignación ni indiferencia. Es una forma madura de amar en libertad. Es aceptar que no puedes controlar el mundo externo, pero sí puedes decidir cómo respondes tú.

Los hijos se estaban graduando y querían ir a festejar a tal o cual lugar que tú no necesariamente estabas de acuerdo…déjalos. La paz está en soltar el control. Muchas veces sufrimos por querer que las cosas o las personas sean como imaginamos. Al soltar ese control, podremos encontrar paz en aceptar lo que es.
La amiga insistía en seguir buscando “parejas tóxicas” que no la valoraban y la hacían sentir mal… déjala. La energía se enfoca mejor en ti mismo. En lugar de gastar energía valiosa tratando de cambiar al otro, enfócate en ti: en tus valores, en tus decisiones, en tu camino. Al dejarlos, podremos volvernos libres también.

Tu hijo quería meter a la lavadora su ropa blanca con su ropa de color y se mancharía toda y no quiere escucharte… déjalo. La vida se encarga de acomodar y poner a todos en su lugar. Lo que es real se queda, lo que no, se disuelve. Él decidirá si quiere usar ropa manchada después. A veces, al dejar ir, das espacio a lo que sí te corresponde. La teoría confía en que el tiempo y la verdad pondrán a cada quien en su lugar.
Esa persona que no te respeta o no te da el lugar que mereces… déjalo. No es resignación ni indiferencia. Es una forma madura de amar en libertad. Es aceptar que no puedes controlar, pero sí puedes decidir cómo respondes tú.
El amigo sigue insistiendo en que todo lo religioso o espiritual es un tema de puros “mochos”, de una iglesia corrupta e inmoral y de que Dios no existe… déjalo. El respeto empieza por aceptar la libertad ajena. No puedes exigir respeto, amor o fidelidad como imposición. El verdadero respeto y amor nacen de la libertad.
Aquél no quiere cambiar sus modos “cuadrados”, “necios” o «increíblemente tontos». Si alguien actúa de una manera que no entiendes, que te decepciona, o que no coincide con tus expectativas… déjalo. Deja que la gente sea como es. No intentes controlar ni cambiar a los demás.
Tus amigas no te invitaron a la reunión, al viaje o a la boda… déjalas. El comportamiento ajeno es revelación, no traición. Cuando alguien actúa de forma que te hiere o decepciona, no lo veas como una traición, sino como una revelación. Decide tú qué haces con esa información.
Si alguien no quiere quedarse en tu vida, si se aleja o no muestra interés… déjalo ir. No persigas a quien no quiere estar. La presencia genuina no se forza.
Hay ocasiones en que uno pareciera ir remando a contracorriente para tratar de cambiar a otros, de modificar su manera de pensar o de convencerlos de algo que estamos seguros es la verdad. La energía, esfuerzo y gasto de todo tipo es muy grande y normalmente los frutos que genera son negativos. Uno mismo sale pagando. La relación sale afectada y logramos salir mal.
Déjalos, suelta, acepta, no persigas, no remes a contacorriente, respeta, deja que se acomode.
Abrazo cariñoso
Jorge Oca