Tu verdadero trabajo es ser tú.

Luciana estaba exhausta, casi enferma pero muy contenta. Terminaba otra larga lista de pacientes que atender. Parecía que nunca terminaría de resolver tantísimos temas físicos, emocionales y hasta espirituales de sus pacientes.

Tenía el don del buen diagnóstico y muchos de sus pacientes lograban enfrentar finalmente la fuente o raíz de sus males. Luciana había aprendido que muchas de las dolencias y malestares de sus pacientes eran temas no resueltos. Sucesos que los pacientes habían guardado en su interior y no habían soltado y liberado. Por lo mismo, desde el tiempo que fuese, esos temas los tenían presos y habían logrado enfermar a muchos.

Desde dermatitis, gastritis y hasta cáncer. El ser humano tenía un extraño poder para atormentarse y lograr enfermarse en serio. El poder de su mente era en ocasiones terrible.

Luciana tenía 6 hijos y era la encargada de varias fundaciones de asistencia privadaa. El tiempo parecía a veces su activo más importante y muchas veces sentía que el gran movimiento en su vida la controlaba a ella y no al revés.

Sentía claramente como se aproximaba “otra crisis” en su vida y algo dentro de ella la hizo pararse por completo – aunque solo fuese por unos segundos – y preguntarse ; “Lucha querida, ¿Cuál es tu verdadero trabajo?» Desde muy dentro, varias respuestas se agolparon de inmediato : – ser mamá, ser hija, ser hermana, ser médico, ser pareja, ser servicio, ser alegría… – un remolino comenzaba a generarse en su pecho – .

Lágrimas empezaron a correr por sus mejillas y pensaba en todo lo que hacía por tanta gente. Sabía que de repente le hacía falta hacer cosas por ella misma. Sabía que mucha gente esperaba mucho de ella. De hecho en su corazón estaba grabado lo que su madre le había dicho que tenía que ser. Sus compañeras, su marido y sus hijas le decían lo que ella tenía que hacer y a veces lo que tenía que ser.

La respuesta le vino de la misma manera como los diagnósticos le venían de repente: “¿No será, Luciana querida, que tu verdadero trabajo es ser tú?” ¿No será que los talentos y dones que te fueron conferidos, tienen un propósito claro y que el SER TÚ; es la base, el cimiento de tu vida?

Luciana dejó de llorar y suspirando profundamente levantó la frente y sonrió larga y deliciosamente. Ella percibía que era alguien especial. De hecho, muy especial.

Ella se había enfocado toda su vida en tener intención. Definir prioridades. Con constancia y responsabilidad cambiar su vida y la de otros.

Esta nueva intención, esta nueva prioridad le hacía todo el sentido del mundo. Su verdadero trabajo era ella. Era SER quien ella misma era. Era liberarse de todo aquello que de ninguna manera era ella. Todo aquello que la distraía y hasta ridiculizaba el Gran Valor de su Divino Ser.

Su pulso se aceleraba y entendía que muchas de las enfermedades que atendía eran porque sus pacientes se las provocaban. Vivían y trabajaban por las opiniones y deseos de otros. Se olvidaban de quienes de verdad eran…

Lucha sonreía y moviendo la cabeza, pensaba como comenzaba una nueva etapa de su vida…

Abrazo con cariño a esa “Lucha” que tienes dentro. Deseo que te detengas «unos segundos» en esta carrera loca. Que seas consciente de quién eres. De quien No eres. Qué medites y logres ese discernimiento que pueda re-calcular lo que haya que mejorar o de plano cambiar . Que sueltes todo lo que sigues cargando y que haga tu caminar más ligero. Que esa luz divina que llevas dentro te guíe hacía tu verdadero «trabajo».

Saludos,

Jorge Oca

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