Resulta de tal suerte que al nacer hemos sido invitados al Viaje de la Vida. En este increíble viaje, hemos de hecho, contratado a un agente de viajes sensacional. Es un agente de viajes que tiene el mayor interés posible en que nuestro viaje salga muy bien. El Agente nos tiene un amor tan grande como nadie lo puede llegar a tener. Él nos creó y esta enamorado de nosotros.

Ha sido muy cuidadoso en el itinerario de nuestro viaje. Lo ha estudiado, lo ha revisado y preparado especial y cuidadosamente para cada uno.  No ha escatimado ningún detalle, ninguna experiencia, ningún momento. Todo tiene una razón importante.

El viaje estará lleno de todo. De lugares maravillosos, de personas increíbles. De encargos y trabajos apasionantes. También habrá momentos de retos diversos. Habrá sufrimientos, momentos dolorosos y épocas de miedos y sentimientos intensos.

El agente de viajes te pide que confíes en tí, pero sobre todo en Él. 

En una de las cláusulas del contrato está escrito que el Agente de Viajes estará presente en cada momento del viaje y podrá uno contactarlo para pedir asistencia. Esta ayuda estará disponible 24/7 y todos los recursos posibles serán utilizados para atender la contingencia que se presente.

Es importante hacer notar que nada en el viaje será fruto de la casualidad. El viajero podrá en todo momento decidir sobre el viaje. El viaje sufrirá los cambios implementados y el Agente de Viajes realizará las modificaciones convenientes y se re-calculará en lo posible para que el propósito del viaje se logre. 

La confianza en el Agente de Viajes es fundamental para que el viaje sea lo más fructífero posible.

Parte importante del objetivo del viaje es disfrutarlo, por lo que se sugiere soltar, apreciar y bendecir.

El viaje es único e irrepetible. Tiene una vigencia precisa que no ha sido revelada al viajero.  Es para ti y por ti.

Disfruta, confía y buen viaje…

Abrazo fuerte,

Inge Oca