Tu chango y el arroz.

Ashanti estaba emocionada. Ir a cazar changos con su padre era lo que más le gustaba. Todavía no creía lo fácil que era. Escogían un coco y le hacían una apertura suficientemente grande para que el chango metiera la mano. Luego ponían arroz dentro y el hambriento mono venía, agarraba el arroz y no lo […]

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