Julio cumplía 18 años y, como en cada celebración con su abuela, esperaba con emoción el regalo. Después del postre, tras varias envolturas, apareció: una rueda de madera dividida en tres partes de colores distintos.

La abuela le dijo:
—Mira, mijo, esta es la Rueda de las Tres Luces: la mañana, la tarde y la noche. Así es la vida.
La mañana es inicio: ilusión, energía y sueños.
Enciende el corazón y te invita a comenzar.
Pero si solo hubiera mañana, vivirías de impulsos, sin raíces.
Su propósito es encender.
La tarde es lo real: trabajo, constancia y fidelidad.
Construye paso a paso, aunque no brille.
Pero si solo hubiera tarde, te volverías rutina sin alma.
Su propósito es construir.
La noche es prueba: oscuridad, dolor y silencio.
Purifica, fortalece y transforma.
Pero si solo hubiera noche, podrías perder la esperanza.
Su propósito es transformar.
—La vida —le dijo la abuela— es aprender a rodar por las tres.
Julio comprendió que cada luz tiene su gracia:
la mañana enciende,
la tarde construye,
la noche transforma.
Sintió alivio al saber que después de cada noche viene una nueva mañana. Entendió que no todo depende de él: su tarea es rodar con Dios y dejar rodar.

La abuela lo abrazó con orgullo. Julio tomó su rueda y salió a vivir la nueva etapa que le tocaba.
La vida no es una sola luz, es una rueda.
Hoy elijo no huir de ninguna, ni aferrarme a ninguna, sino vivir cada una como don.
Creo, Dios mío, que en cada giro Tú me estás formando, sanando y acercando más a tu Corazón.
Algunas preguntas de cada luz…
Mañana,
- ¿Qué inicio me está pidiendo la vida en este momento?
- ¿A qué me invita Dios a decirle “sí” hoy?
- ¿Dónde necesito atreverme a dar el primer paso?
- ¿Qué me entusiasma profundamente en esta etapa de mi vida?
Tarde,
- ¿Qué me toca sostener hoy con amor?
- ¿Qué responsabilidad me ha sido confiada y cómo la estoy viviendo?
- ¿Dónde me pide Dios ser fiel más que brillante?
- ¿Cómo puedo vivir este día con más entrega y menos queja?
- ¿A quién estoy llamado a acompañar o a cargar hoy?
Noche,
- ¿Qué me está pidiendo la vida soltar o purificar?
- ¿Dónde estoy en oscuridad y necesito confiar y ofrecer sin ver?
- ¿Qué dolor o herida quiere ser sanada en mí?
- ¿Qué estoy tratando de controlar y debo abandonar en Dios?
- ¿Dónde me invita Dios a ser paciente y esperar?
Abrazo cariñoso Navideño,
Jorge Oca