«The Resident» es una serie en Netflix que trata sobre aspectos diversos en un hospital. Cada capítulo trata sobre algún tema que a mi me parece apasionante y cada temporada tiene su trama particular. En un momento dado, casi no pude seguir viendo la serie porque “las injusticias” eran demasiadas y digamos que «la obscuridad» estaba ganándole a «la luz».

Hasta que me di cuenta de que el escritor de la serie era un verdadero maestro y por alguna razón u otra, “el bien” terminaba ganando y así, los protagonistas podían seguir salvando a sus pacientes.
Me podía fácilmente transformar en ellos y me veía luchando por la curación de los pacientes, por la verdad y odiando a los que atentaban por su bien contra los demás. Llegó un punto en que me cayó bien el escritor de la serie y digamos que me enseñó a confiar en él. Soltando un poco los hombros y “el estrés” de los capítulos, aprendí a confiar en él.
Su enseñanza y mi aprendizaje apenas empezaban. En algún momento dado, aceptando que lo inevitable iba a pasar, el escritor nos regaló un milagro y entendí que me decía que él era el escritor, que la serie era suya y que seguía enseñándome a confiar y a abrirme a otras posibilidades y hasta a los milagros que por supuesto ocurren.
Ya estaba yo en la luna de miel con el escritor, cuando pensé en que Dios, o la Gran Energía o El Creador, o como tú lo llames, es EL Gran Escritor. Me pareció padrísimo el desarrollar la creencia de que finalmente había que tener Fe en El Gran Escritor. De alguna manera Él nos conoce, nos ama y ha escrito una Gran Serie compuesta de Grandes Capítulos. Todo lo que sucede es perfecto, está planeado y por supuesto que nosotros intervenimos en La Serie.
Estaba felizmente volando a gusto en mi nueva creencia de esta Fé absolutamente deliciosa y sanadora, cuando un amigo muy querido murió de repente. Vuelvo mi cabeza y mi corazón hacia el «Gran Escritor» y con gran tristeza y un completo desasosiego le pregunto; ¿¡Como estaba pasando esto!? Que no entendía de verdad, humilde y tanquilamente; ¡Como podía haber escrito esto!
En esos mismos días, en la serie de Netflix, una de las protagonistas más importantes muere inesperadamente. Ahí me tienen con la boca abierta de asombro e incredulidad porque de verdad no entendía de ninguna manera el capítulo y la serie cambiaba radicalmente de propósito.

Las enseñanzas seguían.
La realidad era lo que era.
Ni más ni menos.
Por más que uno quisiera que fuese diferente.
Los otros protagonistas seguían vivos y los capítulos seguían.
La serie seguía…
Mi vida seguía.
Mi Serie seguía.
El Gran Escritor seguía.
Mi Fé ha madurado y sigue madurando lentamente en cada capítulo y en cada temporada de mi vida. El Gran Escritor me sigue enseñando en cada momento temas fundamentales que me permiten aprender y disfrutar de La Gran Serie e irme convirtiendo poco a poco en la mejor versión de mi mismo.
Hasta hoy, El Gran Escritor me sigue dejando actuar y creo cada vez más; que Él confía en mí, que está orgulloso de mi y que hasta se divierte con mi participación.

Te deseo que tus capítulos y temporadas estén llenos de un poco de todo. Que confíes en El Escritor y que tengas una actuación y participación estelar en esta tu Gran Serie.
Abrazo!!
Jorge Oca