Ejecuta.

El lobo líder de la manada estaba cansado. Habían sido unos años difíciles. El clima había cambiado inexplicablemente y ahora los movimientos de migración de los animales eran otros.

La manada había estado distraída y el líder también. Tuvieron que adaptarse a toda velocidad para lograr salvar a la manada. Los lobos y lobas viejos y los recién nacidos fueron los que más sufrieron por los cambios y varios murieron.

El viejo lobo líder había tenido que ponerse «las pilas» y en ocasiones había sacado de la manada a varios lobos.  La manada dependía del trabajo coordinado de todos.

Los que salían a buscar alimento, los que perseguían y cansaban a sus presas, los que lasy conducían hacia donde los esperaban y los que finalmente cobrarían las presas. Si cualquiera fallaba, entonces no conseguían su alimento y sin alimento… 

El líder gruñía y daba órdenes. Como siempre, algunos le respondían con ligeros jadeos… le decían: “lo veo” o  “lo checo”. El lobo mayor sabía que los lobos habían adquirido la terrible costumbre de “darle el avión” y “darse el avión” y que muchas veces terminaban no realizando lo que tenían que hacer. La consecuencia siempre era que perdían su comida y sustento.

Así que el lobo líder convocó a una junta general y les dijo:  «Queridos lobos y lobas, estamos en momentos difíciles y somos todos responsables de que cada quien hagamos lo que nos corresponde. El no hacerlo afectará directamente a la manada.

“Ejecuten, yo los respaldo”. 

«Hay una diferencia muy importante en que digan o piensen que lo vayan a hacer, o que simplemente lo hagan. Es la diferencia entre el éxito o el fracaso, entre tener o no tener, entre ser o no ser.  Como diría otro viejo lobo: “¡No pienses ni pongas pretextos; Ejecuta!»

Buen dia equipo,

Jorge Oca

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